Aldea en Austria

Agosto 1998

CASADIELLES Y EMBUTIDOS DE ALDEA  junto al pequeño Mozart, en la plaza del Ayuntamiento del pueblo natal de su madre, SAN GILGEN, en Wolfgangsee -Austria.

Mayo 2019

Una EMPANADA DE ALDEA en SALZBURGO, la hermosa ciudad natal de Mozart

Aquí disfrutando de la hermosa panorámica de la Fortaleza desde el Puente sobre el rio Salzach

Por primera vez, una EMPANADA DE ALDEA sube a la Fortaleza de SALZBURGO con sus hermosas vistas sobre la ciudad.

Mayo 2019

Una EMPANADA DE ALDEA en INNSBRUCK, frente al Goldenes Dachl (Tejadillo Dorado), considerado el símbolo más famoso de la ciudad. Su nombre lo debe a las 2.657 tejas de cobre doradas al fuego que recubren el tejado del espléndido mirador del edificio que fue residencia del emperador Maximiliano I y Blanca María Sforza de Milán. Fue él quien ideó el diseño del mirador para disfrutar de las vistas y observar el tumulto en las calles de su ciudad.

Mayo 2019

Una EMPANADA DE ALDEA llega a HALLSTATT, el que dicen, posiblemente sea el pueblo junto a un lago, más bonito del mundo.

Una EMPANADA DE ALDEA sube en el funicular a Salzwelten, una antigua mina de sal con un lago salado subterráneo, y disfruta de las hermosas vistas del pueblo y lago de Hallstatt desde la plataforma.

Mayo 2019

Una EMPANADA DE CACHOPO llega a VIENA, la hermosa capital austriaca, y visita la Catedral de San Esteban.

Una EMPANADA DE ALDEA antes de visitar el impresionante Palacio Imperial de Hotburg y el Museo de Sisí Emperatriz

Una EMPANADA DE CACHOPO por primera vez llega a la majestuosa Ópera Estatal de Viena. El teatro fue inaugurado en 1869 con la ópera Don Giovanni de Mozart.

Una EMPANADA DE CECINA CON QUESO DE CABRA Y TOMATE en el Palacio Schönbrunn, el Versalles vienés, hoy Patrimonio de la Humanidad.

Una EMPANADA DE SETAS CON JAMÓN AL CABRALES en la La Pestsäule – Columna de la Peste, es una columna barroca en el Graben, concurrida y peatonal calle en el centro de Viena. Levantada después de la gran peste de Viena de 1679

Una EMPANADA DE DÁTILES CON QUESO Y BEICON a punto de compartir mesa en el histórico y hermoso Café Central